Los nuevos ritmos de la montaña
Querida y querido Ussuri:
¿Te has encontrado con arroyos imposibles de cruzar esta primavera, o con un calor agobiante en rutas que esperabas más frescas?
Este año estamos viviendo una primavera e inicios de verano con grandes contrastes en nuestras montañas. Caudales de ríos y arroyos que han cortado rutas tradicionales, y después jornadas de calor intenso que convierten la actividad en verdaderos retos de resistencia.
Como amantes de la montaña, tenemos que adaptarnos. Y necesitamos leer estos nuevos patrones para disfrutar con seguridad.
Lo que estamos observando este 2025:
Primavera más húmeda y larga con respecto a años atrás
- Precipitaciones muy superiores a lo habitual en abril y mayo
- Ríos y barrancos con caudales altos hasta bien entrado junio
- Vegetación más exuberante pero terrenos más encharcados
Nieve persistente en cotas medias-altas
- En Gredos, según el refugio Eola (12 de junio), el circo sigue en condiciones primaverales con mucha nieve en canales y orientaciones norte
- Accesos a refugios cortados más semanas de lo esperado
- Ventanas de actividad invernal extendidas
Transiciones térmicas bruscas
- Cambios de temperatura muy pronunciados en pocos días y tormentas, con riesgo de golpes de calor y deshidratación
Frente a estas situaciones, ¿qué debemos reforzar?
- Revisamos las previsiones meteorológicas hasta el último momento en páginas solventes – los cambios son más bruscos y frecuentes
- Preparamos equipamiento necesario y no desechamos nada por cuestiones de peso, aunque sea verano
- Llevamos más agua de lo habitual, tentempiés energéticos, protección solar, chubasquero
- Prestamos atención a los electrolitos – las pérdidas por sudoración son mayores con estos cambios bruscos de temperatura
¿Cómo afrontamos las actividades?
- Salimos más temprano – para aprovechar la ventana de temperaturas frescas
- Es importante tener identificados puntos de sombra y agua para poder hacer paradas de descanso cada 2 horas de marcha máximo
- Reconocer síntomas de golpe de calor: mareos, náuseas, calambres
Experiencia en los Valles de Echo y Ansó
Hace dos años, en la Jacetania, nos sorprendió un calor extremo que no esperábamos para esas fechas. La solución fue adaptarse sobre la marcha: salimos del alojamiento sin desayunar para aprovechar las horas frescas, preparamos desayunos picnic al inicio de la ruta (fue todo un éxito, el entorno natural y la camaradería del grupo lo convirtieron en pura esencia montañera); al tercer día cambiamos completamente la ruta prevista por otra que discurría por la sombra del bosque para evitar tanta insolación continuada.
Lo que aprendimos: La flexibilidad es clave. Tener siempre un Plan B, calcular horarios para las horas de menor calor, y no aferrarse al itinerario original cuando las condiciones cambian.
No es solo meteorología. Es previsión con criterio.
La montaña nos está enseñando nuevos ritmos. Como montañeras y montañeros sabios, nos adaptamos para seguir disfrutando con la máxima seguridad.
¿Preparada, preparado para aplicar esta nueva lectura del terreno en tu próxima salida?
Si has vivido alguna situación similar, compártela respondiendo a este mensaje. Leemos todos los correos. Aprendemos juntos.