Monte Toubkal – La montaña bereber.
La ascensión al Toubkal, la cumbre soñada. El refugio ya está a la vista y las cumbres que lo rodean reinan a pleno a sol. Los pasos se hunden en la nieve reblandecida por el calor, cuando apenas hace unas horas, el avance era firme por la costra helada.
Vas paladeando los objetivos alcanzados, desconfianza y temores previos convertidos en seguridad y victoria, que se deberá transformar en humildad en pocos días.
De tu rostro quemado, por tus labios estriados, verbalizas la sorpresa de la adaptabilidad del tiempo a un estímulo poderoso; a fin de cuentas, el tiempo siempre dura lo mismo; llenarlo o dejarlo inerte es lo que nos hace sentirlo al ritmo del pulso de las venas o como el tránsito cansino por un desierto en la concepción más árida posible: “parece mentira que sólo hayan pasado cinco días”.
El guía se sonríe, porque cada viaje al Toubkal esta es una de la conclusiones de los viajeros. Y le encanta escucharlo, porque sabe que si se ha llegado a ella, el trabajo previo ha sido positivo. Y lo vive, porque él también viaja y ama estas montañas y esta tierra.
Ascensión al Toubkal, el viaje comienza.
Realmente es una desconexión total desde que el avión aterriza en Menara. Los ojos de los viajeros van súper abiertos, mirando ese mundo diferente y subyugante que es Marruecos y que se percibe nada más abandonar el aeropuerto.
Pronto se llega a Imlil, al albergue de la familia Azdour, nuestros anfitriones, que nos agasajan nada más llegar y nos asomamos a la terraza para contemplar el recoleto valle bereber, plagado de aldeas mientras la voz del almuédano llama a los fieles a la oración por todos los rincones.
Un momento de paz entre los frutales y las terrazas cultivables, la voz de los pájaros. Sonidos que nos devuelven a una concepción más sencilla, en la que es más fácil ser y estar.
Pero la excitación de las montañas nos llena y nuestro espíritu camina ligero, como nuestras mulas, montaña arriba.
Hospitalidad de altura en el Toubkal
Es fácil encariñarse de estos lugares y empatizar con estas gentes, básicamente buenas y hospitalarias. Reiremos con nuestros guías, nuestros cocineros se desvivirán por tratarnos a cuerpo de rey.
Ellos ponen todo de su parte para que estemos cómodos en su hogar y que nos llevemos la mejor imagen posible de su país. Chukram.
Y empezamos a subir montañas, gestionando las dificultades, haciendo partícipes a nuestros viajeros de la emoción de esta aventura; solventando los problemas, creciendo como montañeros y personas, utilizando la montaña como escuela de vida.
Nieve, viento, roca, sol…nuestros ojos se hacen profundos mirando hacia el valle, buscando el desierto. Precisos, descubriendo cualquier detalle en una grieta.
Y las cumbres…el objetivo último, el señuelo. Los abrazos que unos extraños unos días antes son capaces de darse, llenos de verdad y emoción. Las cumbres.
Desde el Toubkal, desde el Ras, oír la llamada de la próxima. Y la rueda de los sueños, volviendo a girar.
Tantas cosas pasan en cinco días…y muchas más aún.
Sobre el Monte Toubkal
- Se encuentra situado en Marruecos.
- Pertenece a la Cordillera del Atlas, al noroeste de África.
- Su nombre significa algo como «aquel que mira desde lo alto de la tierra».
- El Toubkal, Tubqal o Jebel Toubkal tiene una altitud de 4.167 metros sobre el nivel del mar.
- Es el pico más alto de Marruecos y de todo el norte de África.
- La primera ascensión se produjo el 12 de junio de 1923 por Marquis de Segonzac, V. Berger y H. Dolbeau.
Panorámica desde la cumbre del Toubkal (Cortesía Alfonso Marcos Vidal)
Vive esta experiencia
Únete a nosotros a la próxima ascensión al Toubkal, Ras y Timesguida que realizaremos del 04 al 08 de Abril de 2018.